El origen de los asentamientos humanos en el continente americano se estima que se produjo hacia el año 40000 a.C., cuando pueblos procedentes de Siberia cruzaron hacia Alaska a través del llamado Puente de Beringia en el actual Estrecho de Bering.

La América a la que llegó en el año 1492 la expedición de Cristóbal Colón formaba una sociedad diversa que acogía a múltiples culturas, algunas de ellas con un estado de evolución bastante avanzado. Se estima que entonces vivían entre 40 y 60 millones de personas que hablaban más de cien idiomas. Con la llegada de los europeos se perdieron muchas de estas estructuras y formas de vida.

En Norteamérica vivían aproximadamente 5 millones de personas. Eran grupos no muy grandes y relativamente igualitarios. Son los apaches, los mohicanos, los navajos, los siux, los esquimales, etc. En Mesoamérica vivían aproximadamente 22 millones de personas. Eran grandes imperios o pequeños estados independientes. Estaban muy desarrollados. Son los olmecas, los aztecas, los mayas, los toltecas, etc. En Sudamérica vivían aproximadamente 24 millones de personas. Estaban divididos en muchos pueblos muy distintos, algunos bastante avanzados. Los menos conocidos son los amazónicos. Son los incas, los nazcas, los paracas, los tiahuanacos, etc.

Hasta nuestro días han llegado muchos restos de estas civilizaciones, como Caral, Moche, Moche, Pachacamac, Tiahuanaco, Cuzco, Machu Picchu, Nazca, Teotihuacan, Tenochtitlán, Palenque, Tajín, Tikal, Tulum, Chichén Itzá, Monte Albán, etc.