Periodo: Siglos IX – XII.

Lugar: Navalmoralejo, Toledo.

Coordenadas GPS: 39.756111°, -5.0875° / 39° 45′ 22″ N, 5° 5′ 15″ W.

El yacimiento arqueológico de la Ciudad de Vascos fue una antigua ciudad musulmana de origen omeya dentro del territorio de Al-Andalus y que estuvo habitada entre los siglos IX y XII. Se encuentra en el término municipal de Navalmoralejo, a cinco kilómetros hacia el este del núcleo de la población. El nombre «Vascos» proviene de una derivación de un vocablo musulmán.

Está formado por un recinto fortificado de contorno irregular con una superficie de unas 8 hectáreas, situado en una colina que hay en la confluencia del rio Huso y el arroyo de La Mora. La muralla de piedra tiene casi 3 km de longitud y tiene muchas partes en buen estado. Conserva los restos de diversas construcciones, como torres de plantas rectangular. Al noroeste de la ciudad se encuentra la alcazaba, compuesta por varios recintos amurallados de distinta tipología: desde tapial hasta sillares regulares. También pueden verse las calles, alcantarillado y restos de casas.

El recinto amurallado posee dos puertas: una al oeste en la que aparece un arco de herradura tallado en los sillares y otra al sur. Ambas flaqueadas por torreones defensivos y actualmente hundidas. Además de estas puertas aparecen repartidos por la muralla una serie de portillos adintelados. Fuera del recinto de la muralla existen restos de gran interés, como los llamados «Baños de La Mora», junto al arroyo del mismo nombre, a los que se accede saliendo por la puerta oeste. Son una serie de dependencias destinadas para baños, baño frío, templado y caliente, vestuarios y otras estancias, de las cuales se conserva en pie la bóveda del baño caliente. También extramuros están los restos de un arrabal y de dos necrópolis, siendo la que se encuentra en mejor estado la de “Los Lirios”.

La Ciudad de Vascos comenzó a organizarse en el siglo IX, edificándose su fortificación sobre los restos de construcciones de pueblos anteriores que se remontan hasta la época romana. En el lugar en donde se ubica la alcazaba existía una fortaleza precedente. La necesidad de adecuar la situación musulmana en España frente a la Reconquista, determinó la construcción de recintos fortificados que en ocasiones se convirtieron en núcleos urbanos fronterizos, como es el caso de la Ciudad de Vascos.

Las funciones de la ciudad y que hicieron perdurar al emplazamiento fueron diversas: el control de una producción metalúrgica que se podía fácilmente encauzar hacia Córdoba por una vía cercana a la ciudad, el control de un paso natural del Tajo cada vez más necesitado de vigilancia ante la creciente presión cristiana y, por último, el control de un territorio no siempre sumiso al poder omeya.

A partir de su origen omeya, tras la fragmentación del califato en los reinos de taifas, el territorio de esta área geográfica pasaría a pertenecer a la Taifa de Toledo. Después, tras la conquista de Toledo por el rey Alfonso VI en 1085, todas las zonas que habían pertenecido a esta Taifa pasaron a formar parte de territorio cristiano. Fue entonces cuando una vez perdidas sus principales funciones y desaparecido el sistema económico, comercial y estratégico que la mantenía, se inició un abandono paulatino del emplazamiento de la Ciudad de Vascos. Actualmente está en una propiedad privada, en la llamada “Finca de las Cucañas”.