El azulejo
Inicio » Entradas » Edad Media »El azulejo es una pieza alfarera de cerámica, similar a la baldosa, de poco espesor y con una de sus caras vidriada resultado de la cocción de una sustancia a base de esmalte que se vuelve impermeable y brillante. Se realiza de diferentes formas, pero las más comunes son la cuadrada y la rectangular. La parte decorada puede ser de uno o varios colores, con la superficie lisa o en relieve. Se emplea en el revestimiento de superficies tanto interiores como exteriores, así como de elemento decorativo, cubriendo frentes con motivos impresionantes y cargados de detalles.
Los primeros azulejos conocidos son de Mesopotamia y del antiguo Egipto. Esta técnica de cerámica cubierta con un esmalte de barniz vidriado parece que se perdió posteriormente. Las culturas griegas y romanas no la utilizaban, desarrollando el uso del estuco, mosaico y fresco, la pintura sobre yeso húmedo. Los Persas Sasánidas redescubrieron esta tecnología. Sus vecinos del Califato Abasí la emplearon y transmitieron a todo el mundo musulmán. La palabra azulejo proviene del árabe «al-zulaich», que significa piedra pulida. El azulejo y sus técnicas entraron en Europa en el siglo VIII a través de Al-Ándalus. Con la arquitectura del Califato de Córdoba y el Reino Nazarí de Granada alcanzó un gran esplendor. Es un material que ha continuado utilizándose desde entonces al ser barato, resistente, de fácil aplicación y ornamental.