El tesoro de Guarrazar

El tesoro de Guarrazar

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El tesoro de Guarrazar es el conjunto de piezas de orfebrería más importante que se conserva dentro del arte visigodo. Está datado en el siglo VII, durante los reinados de Suintila y Recesvito. Parece que entonces fueron donadas a varias iglesias toledanas para adornar sus altares. Serían ofrendas por parte de reyes y personajes de alto rango a algunas de las basílicas de la capital del reino. Tras la invasión musulmana del año 711, se escondieron y así se mantuvieron hasta el siglo XIX, más de 1100 años. Son un conjunto de coronas votivas de oro, piedras preciosas, perlas, nácar, vidrio, etc., además de cruces, cálices y otros objetos también de oro y gemas.

Durante el año 1858, en unos días de intensas tormentas en las que las lluvias habían removido el terreno, las piezas quedaron parcialmente al descubierto y fueron recogidas por varias personas. Estaban enterradas dentro de una arqueta romana de argamasa junto a un sepulcro, en el lugar donde había estado la iglesia del desaparecido Monasterio de Santa María de Sorbaces. Luego se encontró otro lote en otra arqueta en un sitio muy próximo. Parece que se hizo una exhaustiva búsqueda de piezas en ese entorno. La zona es el paraje de Guarrazar, dentro de la localidad de Guadamur, a unos 11 kilómetros al sur de la ciudad de Toledo.

Estos vecinos, posiblemente desconocedores del valor del tesoro, desarticularon muchas de las joyas y las vendieron de forma clandestina a plateros toledanos, los cuales en el caso de las piezas de oro las fundirían para hacer otras. Algunas pasaron por diversas manos hasta llegar al gobierno francés. Otras pocas quedaron en poder de los descubridores y las entregaron en el año 1861 a la reina Isabel II, que finalmente las donó al Palacio Real de Madrid.

En el año 1921 fue robada una corona del Palacio Real de Madrid, aún no recuperada. En el año 1941 parte de las piezas que estaban en Francia fueron devueltas a España. Desde el año 1943, este grupo de piezas retornadas se encuentran en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid. Son seis coronas y cuatro cruces, además de algunos fragmentos y piezas sueltas. En el Palacio Real de Madrid se conserva una corona, una cruz y piezas sueltas. En el Museo Nacional de la Edad Media de Cluny en París hay tres coronas, dos cruces, una cadena y varios colgantes.

En el lugar arqueológico donde apareció el tesoro, en el año 2014 la alcaldesa de Guadamur encontró un zafiro perteneciente a él. Esta última pieza del tesoro fue depositada en el Museo de Santa Cruz de Toledo.

Se han conservado en total diez coronas, pero se cree que pudieron ser unas veintitrés las que se encontraron. Además de otras piezas. Aunque nunca se sabrá la cantidad de piezas que originalmente integraba el tesoro de Guarrazar, muchas de ellas desaparecidas para siempre, el conjunto que nos ha llegado ofrece una visión integral del arte visigodo y de su dominio de la técnica de fabricación de objetos de orfebrería.

 

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