Homo Neanderthalensis

Homo Neanderthalensis

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Lugar de origen: Europa.

Cronología: Hace 300.000 años hasta hace 28.000 años.

Llegada a la Península Ibérica: Hace 200.000 años.

Capacidad craneal: 1300 cm³. – 1650 cm³.

Estatura: 1,5 m. – 1,8 m.

Peso: 60 kg. – 95 kg.

El Homo Neanderthalensis u Hombre de Neandertal fue una especie de origen en Europa. Apareció hace unos 300.000 años a partir de la evolución del Homo Heidelbergensis. Desde Europa se expandió hasta Oriente Próximo, Oriente Medio y el interior de Asia, lugares donde hace entre 60000 y 45000 años alcanzaría su máximo desarrollo. Su proceso de extinción se inició hace 38000 años, a partir de cuando el número de integrantes y comunidades iría disminuyendo progresivamente. Hace 28000 años desaparecerían definitivamente. Los últimos representantes de esta especie del género Homo fueron grupos que habitaron en el sur de la Península Ibérica, en la zona de Gibraltar.

Durante su prolongada existencia habitaron entornos sometidos a climas muy diferentes, desde estepas a bosques templados. En las latitudes septentrionales, más rigurosas, su presencia podría haber sido intermitente con poblaciones que se desplazarían hacia el sur o desaparecerían en momentos de mayor frío. En los lugares con microclimas favorables y en el sur, áreas con mayor estabilidad en fauna y flora, la ocupación fue continua.

Vivían en grupos pequeños aislados geográficamente. Para su subsistencia aprovechaban los recursos naturales que disponían en su entorno. Su alimentación y otros bienes los obtenían de la caza, la pesca y la recolección. En función de la estación del año y la presencia de animales de caza, utilizaban las cuevas, los abrigos rocosos o construían cabañas para dormir y cocinar. Fabricaban instrumentos sofisticados de madera y piedra, tallaban huesos y cuernos, además de curtir las pieles de los animales. Al igual que sus antecesores, organizaban el espacio doméstico, cuidaban de los mayores y enfermos, dominaban perfectamente el uso del fuego y enterraban a los muertos, rindiéndoles culto y estableciendo un mundo simbólico que servía para la cohesión de los grupos. Quizás practicarían el canibalismo ritual.

Los neandertales eran parecidos a los seres humanos actuales en tamaño corporal y cerebral. En el proceso de la evolución, las dos especies heredaron capacidades similares de antepasados comunes. Presentaban un aspecto físico más robusto pero semejante al nuestro. Físicamente se caracterizaban porque tenían un marcado resalte óseo sobre los ojos y ausencia de mentón, además de unas caderas anchas y un tórax más voluminoso que nuestra especie. Por este motivo y por su mayor masa muscular, su peso corporal estaría por encima del estándar del Homo Sapiens. Tenían notables capacidades cognitivas. El volumen cerebral era similar al de los humanos modernos, aunque su cerebro tenía una estructura diferente, con áreas de distinto desarrollo. Una parte significativa estaba dedicada a la visión y el movimiento, en perjuicio de otras funciones como la conexión social. Posiblemente disponían de lenguaje articulado.

En contraste, el Homo Sapiens, procedente África, no necesitaba estas adaptaciones y en su lugar desarrolló el lóbulo frontal, que se asocia con un mejor procesamiento de la información. Es posible que las sutiles diferencias en las capacidades cerebrales y cognitivas cambiaran la manera de pensar y razonar de neandertales y humanos modernos. Esas pequeñas divergencias básicas pudieron determinar aspectos clave de los neandertales, como la capacidad de previsión, las conexiones a larga distancia y el tamaño de los grupos, lo que en última instancia determinaría que sus áreas geográficas de distribución fuesen más restringidas y que formaran grupos más pequeños, que acabarían condenándoles desde un punto de vista evolutivo.

Su final coincidió con la expansión del Homo Sapiens. Se cree que se produciría una competencia entre dos especies, que explotaban los mismos ecosistemas. Pero no parece que hubiese enfrentamientos bélicos habituales, sino que los neandertales tenían menor facilidad y habilidad para obtener los recursos naturales, así como una menor capacidad de adaptación a variables ecológicas, biológicas y culturales. Afecta a poblaciones dispersas sobre vastos territorios. El hombre moderno formó grupos más numerosos con una clara división social del trabajo, mejor cuidado de su prole, una dieta más diversificada y una tecnología más eficaz para la caza. Influiría en la dificultad de su supervivencia un brusco enfriamiento del clima y la extensión de las estepas, para lo que no estarían bien preparados. Como consecuencia, los grupos de neandertales fueron desapareciendo.

Los últimos neandertales sobrevivieron en refugios del sur de la Península Ibérica, en la zona de Gibraltar, y en algunos lugares aislados del centro de Europa, como los Balcanes. Ha sido la última especie humana en extinguirse. La única que actualmente permanece es la nuestra, el Homo Sapiens. Se sabe que hubo hibridación entre neandertales y sapiens, por lo que una pequeña proporción de nuestro material genético, entre el 1% y el 4%, sería de origen neandertal.

 

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